Estas siglas hacen referencia al concepto de Conversion Rate Optimization, lo que en español sería optimizar la tasa de conversión.
Por tanto, podríamos definir este término de marketing como el conjunto de técnicas orientadas a conseguir un mayor porcentaje en la consecución de objetivos dentro de una web.
¿Qué es la tasa de conversión?
Aclaremos esta métrica antes de profundizar más sobre CRO. Básicamente, la tasa de conversión es el resultado del número de objetivos conseguidos entre el tráfico de visitantes de un sitio web. La fórmula exacta se suele hacer en porcentaje, por lo que quedaría como objetivos conseguidos / tráfico x 100.
Este dato, aunque depende mucho del sitio web, del sector y de la competencia, se considera óptimo cuando está por encima de 1,5% y, a partir de ahí, todo lo que pueda subir es un éxito. Sin embargo, la media de webs se sitúa por debajo del 1%, de ahí la gran preocupación en cómo mejorar este apartado.
Como afrontar y analizar el CRO
Muchas empresas creen que, por introducir más tráfico, este dato mejorará, lo cual es totalmente erróneo. Puede que incrementes tus ingresos al introducir más tráfico, pero si el ratio de conversión sigue siendo bajo, no se consigue crecer proporcionalmente y tendremos que hacer muchos esfuerzos para conseguir tráfico sabiendo que solo convertirá un porcentaje muy pequeño, lo que es muy poco eficiente.
El CRO se basa, principalmente, en mejorar apartados de un sitio web, siempre orientado a que la experiencia de usuario sea lo mejor posible, haciendo el proceso de conversión cómodo y rápido para el usuario. Por tanto, haremos cambios en relación a usabilidad, arquitectura de la información, carga de la página, etc. Es decir, conceptos muy ligados al UI (diseño de interfaces) y UX (experiencia de usuario).
La fórmula exacta de la tasa de conversión se suele hacer en porcentaje, por lo que quedaría como: objetivos conseguidos / tráfico x 100
Para ello, tendremos que analizar previamente dónde podemos mejorar o dónde estamos perdiendo a nuestros usuarios. Por ejemplo, la tasa de abandono de carrito hace referencia a los usuarios que llegan al paso del “carro o cesta” y luego no convierten; si el dato de abandono es muy alto, deberemos trabajar en mejorar esa página y evaluar por qué esos usuarios no han llegado a comprar cuando estaban tan cerca de la compra.
Técnicas para mejorar el CRO
Como hemos mencionado en el punto anterior, la clave es analizar y evaluar para saber dónde y cómo actuar. Por eso, te ofrecemos a continuación algunas herramientas para mejorar:
- Análisis del tráfico web: evalúa dónde pierdes a tus clientes, que páginas funcionan mejor o peor (puedes fijarte en métricas como el tiempo de permanencia en la página o la tasa de conversión) y cómo optimizarlas.
- Proceso de compra fácil e intuitivo: una vez realizamos el esfuerzo de captación de clientes potenciales, el proceso hasta conseguir la compra o el lead, debe estar medido al detalle, por lo que debe ser un foco importante en nuestra estrategia de CRO.
- Mapas de calor y grabaciones: hay varias herramientas en el mercado que hacen esta función, nos dará una visión de cómo el usuario reacciona a partes de la web y elementos clave como botones o CTA (call to action o llamadas a la acción).
- Los test A/B: antes de realizar ningún cambio, podremos evaluar diferentes versiones y cuál ofrece mejores resultados, antes de pasar a la versión definitiva. Desde la ubicación de un formulario hasta pequeños cambios en el texto pueden influir en qué aumento o no la tasa de conversión.
- Encuestas de satisfacción a clientes: es importante conocer la opinión de nuestros clientes, tanto para bien como para mal, pues nos dará una visión más objetiva y una cantidad de información muy interesante que podremos aplicar a nuestra web.
- No te olvides del móvil: los usuarios cada vez son más propensos a navegar vía mobile, por lo que tener la web optimizada para esas resoluciones es fundamental. Centra tu estrategia siempre primero en móvil.
- El neuromarketing es importante: muchas veces no hay una razón puramente racional para comprar en una tienda específica, y es aquí dónde entra en juego este punto. Colores, estímulos, incidir en necesidades del consumidor y otros muchos factores pueden inclinar la balanza para conseguir el lead o la compra.
En definitiva, muchos anunciantes basan sus estrategias en la captación y se olvidan de un punto clave: mejorar la experiencia del usuario en la página de destino. Si trabajamos este aspecto, podremos crecer y escalar de forma correcta.