Dentro de poco tiempo, los likes de las publicaciones de Instagram dejarán de ser visibles para los usuarios. Lo que comenzó siendo un experimento en 7 países parece que ya se confirma como una acción definitiva. Con esta maniobra, Facebook pretende volver a la génesis original de la red social, cuyo principal objetivo era que la gente compartiera sus fotos y que ha acabado convirtiéndose en una lucha de egos, postureo y negocio fraudulento.
¿Qué ocurrirá a partir de ahora? ¿Cómo afectará este cambio a marcas, usuarios e influencers? Te lo desvelamos todo en este nuevo post. ¡Sigue leyendo!
Una medida económica y social
Existen dos motivos principales por los que el gran gigante social ha tomado esta decisión. El primero de ellos la lucha contra la falsa popularidad y los likes comprados en Instagram, algo que cada vez suponía un problema mayor. Una práctica demasiado fácil y que distorsionaba la popularidad real, haciendo que los verdaderos influencers se sintieran desmotivados frente a aquellas nuevas promesas que crecían rápidamente a través de este tipo de prácticas.
Por otro lado, se trata también de una acción que pretende ayudar a los usuarios a reducir el estrés que supone el tener un like más o un like menos. Instagram, con más de mil millones de usuarios en todo el mundo, hace hincapié en que se trata de una medida para “reducir la presión” que existe en la plataforma. Según un estudio de la Royal Society for Public Health (Sociedad Para la Salud Pública) del Reino Unido en 2017, Instagram es “la peor red social para la salud mental de los adolescentes”.
Agencias de publicidad, marcas e influencers en el punto de mira
Con la nueva medida, los likes perderán peso y se tratará de buscar una interacción más positiva con los usuarios. Sin embargo, no desaparecerán del todo, ya que os likes servirán al algoritmo y a las estadísticas y se podrán seguir viendo en la cuenta del creador.
En cuanto a los perfiles que más consumen Instagram, las opiniones sobre cómo les afectarán están divididas, aunque entendemos que es ley de vida y que, de una forma u otra, cada sector se acabará adaptando.
En el caso de las agencias de publicidad y marcas, medir la cantidad de ‘me gustas’ en una publicación que forma parte de una campaña supone saber si ha tenido éxito o ha fracasado. En ese sentido, esta actualización supondrá un cambio de paradigma. Las métricas deberán cambiar y utilizar otros KPIs como sistema de medición de resultados.
En cuanto a los ‘instagramers’ , el hecho de que ellos mismos no puedan ver los ‘likes’ les afectará, porque ya no sabrán (como el resto de usuarios) qué gusta a su público, el contenido que más les interesa. Sin embargo, se favorecerá el ‘engagement’ y al final, acabará mejorando la calidad no solo de los contenidos, sino de la relación con los usuarios.
En cuanto a las marcas, es cierto que para las empresas (los clientes) sigue importando mucho el número de seguidores cuando les presentas un perfil. Sin embargo, debemos fijarnos más en el contenido y el porcentaje de ‘engagement’. Algo que con esta nueva media se verá reforzado y ayudará a ver si realmente la cuenta de un ‘influencer’ es potente, ya que se supone que cuanta más interacción tiene una cuenta, mayor es su efectividad y alcance.
El avance hacia los nuevos modelos de negocio
De la mano de este cambio viene otro de gran importancia. Instagram está trabajando para que los usuarios puedan comprar directamente sin salir de la red social, de forma que muchos seguidores que quieran puedan comprar los productos que marcas e influencers publicitan. Instagram lucha de este modo también contra Google, que ya vende directamente con Google Shopping, y en pleno terreno de Amazon, el gran gigante.
Esta medida ayudaría al trabajo para los influencers, ya que estos seguirán teniendo negocio, pero por fin iremos a una situación en la que los influencers ofrezcan resultados. Algo que medido con “likes” no es posible. Mediremos a los influencers por el dinero que generen a las marcas y no exclusivamente por el impacto de sus fotos. Bien es cierto que el modelo se basa en que los prescriptores recomiendan cosas que la gente compra, porque obtienen una confianza que las marcas van a buscar y los compradores porque compramos cosas que vienen con la recomendación de un tercero. Sin embargo, si esto no se traduce en resultados, el modelo no es viable.
Por tanto, la ocultación de los likes puede implicar que dejemos de pensar en términos de popularidad en Instagram, pero también implica un avance hacia la dimensión comercial para Instagram, que se adentra en el terreno del comercio electrónico. Una nueva puerta de oportunidades se abre.