Llevamos años hablando de celebrities, familiarizados con los perfiles de influencers y youtubers, pero rara vez nos parábamos a valorar, al menos a nivel profesional, los perfiles de aquellas personas que todavía no habían llegado a despuntar, pero que verdaderamente ejercían cierto grado de influencia sobre sus seguidores.
Y, sin embargo, hoy en día ya no podemos vivir sin los que, en marketing digital, conocemos con el nombre de microinfluencers.
De hecho, cada vez más, pues como te contamos en este otro artículo titulado “Influencers: ¿Burbuja de marketing?”, la tendencia en el marketing de influencers es la pérdida de confianza en perfiles que, aunque parecen tener un gran número de seguidores, realmente no generan engagement ni aportan nada a sus seguidores, que a menudo son falsos. Además, las diferentes plataformas de redes sociales ya han informado de que van a ir poco a poco introduciendo cambios en sus algoritmos para tratar de frenar la proliferación de este tipo de perfiles, así como el falseo de seguidores y likes.
¿Qué son los microinfluencers?
Los microinfluencers son perfiles que poseen entre 1.000 y 10.000 seguidores en Instagram. Se trata de personas que tienen un alto grado de interacción con sus seguidores y que generan buenas cifras de engagement, pues aunque sus cifras de likes, comentarios y contenidos compartidos son menores, realmente sí que se observa cierto grado de fidelización y compromiso con sus seguidores.
Así que, ya sea por su cercanía, por su forma de ser o bien porque representan un nicho o cultura concreta, los microinfluencers son personalidades que generan verdadero cariño entre sus seguidores.
Diferencias entre celebrities, influencers y microinfluencers
Si queremos diferenciar entre lo que tradicionalmente conocemos como celebrities y los “nuevos” macroinfluencers, influencers y microinfluencers, podemos segmentarlos por su tipo de perfil y, en los tres últimos casos, por su número de seguidores.
Cantantes, actores, escritores, deportistas, cocineros famosos, presentadores, concursantes de programas de TV… Los perfiles de las celebrities son muy variados y realmente no siguen un patrón concreto, pues hay algunos que se han adaptado al auge de las redes sociales y se han convertido en macroinfluencers y, por el contrario, otros que han decidido mantener más a salvo su privacidad y compartir menos detalles de su vida con sus seguidores. No obstante, el número de seguidores, como decimos, puede oscilar y no es representativo en estos casos. Cuando una marca desea colaborar con las celebrities, deberá basarse en el tipo de influencia que ejercen sobre sus seguidores, además de en el número que tienen, y analizarlos para saber si realmente son esas personas sobre las que desean impactar.
Por otro lado, están los macroinfluencers, los influencers (tal cual) y los microinfluencers. Los macroinfluencers son perfiles que cuentan con más de 100.000 seguidores. Su nivel de influencia es grande, pero tienen menos posibilidades de interacción con sus seguidores, pues reciben a diario miles de mensajes y comentarios que deben gestionar. Son personas que, en la mayoría de los casos, se dedican a tiempo completo a gestionar sus perfiles en redes sociales y sus colaboraciones con marcas y que, en algunos casos, incluso pueden haber trascendido al cine, la música o la televisión. Su nivel de engagement va disminuyendo a medida que asciende la cifra de seguidores.
Los influencers, a secas, son perfiles que cuentan con una cifra de entre 10.000 y 99.999 seguidores. Son el término medio entre los macro y microinfluencers. Si bien no despuntan como los anteriores y quizá sigan teniendo su actividad profesional al margen de su influencia en las redes, generan ingresos a través de ellas y comercializan con su imagen. En este caso, ejercen un nivel de influencia mayor sobre sus seguidores, pero no tanto como en el caso de los microinfluencers, de los que ya te hemos hablado un poco más arriba.
¿Por qué es un acierto colaborar con microinfluencers?
Antes de actuar, cada marca debe valorar los perfiles de influencers que le interesan y hacer un estudio detallado de ellos (seguidores, interacción, publicaciones, estética, marcas con las que han colaborado previamente, etc.), por supuesto en función de los objetivos y estrategias que se hayan marcado previamente.
La idea de trabajar con microinfluencers es colaborar con distintos perfiles al mismo tiempo para diseminar el mensaje lo máximo posible, sobre todo cuando se trata de un producto o servicio para un segmento concreto del mercado.
Con la colaboración con microinfluencers será posible, además de minimizar el coste, obtener un mayor retorno de la inversión, una mayor conversión, gracias a la credibilidad que tienen, y más fidelidad de sus seguidores (convertidos en clientes potenciales).