Google eliminará las cookies de terceros en su navegador chrome en menos de 2 años.

(y… ¡entra música de miedo!)

Es la noticia que está corriendo como la pólvora tanto en medios generalistas como en medios del sector del marketing y la publicidad. Veamos en qué consiste esta medida y cómo nos va a afectar a los que nos dedicamos a esto de vender por internet…

¿Pero esto es bueno o malo?

Pues depende, como muchas tantas cosas, de la óptica desde la que se mire. Seguramente sea buena noticia para el consumidor, si tenemos en cuenta el tema de la privacidad. Pero se trata de una malísima noticia para los anunciantes, pues sin estas cookies de terceros nuestras acciones de venta perderán muchísima eficacia. 

¿Por qué? Pues porque gracias a las cookies de terceros podemos, por ejemplo, ayudar a convencer a los usuarios que están decidiendo si compran o no nuestro producto de que lo hagan. Esto lo explicamos hace poco cuando hablamos del remarketing dinámico.

¿Pero… qué son las cookies de terceros?

Las cookies de terceros son aquellas que se instalan en el navegador de un usuario cuando visita una web que no pertenecen a esa propia web. Por ejemplo, cuando visitas una web, ésta te instala una cookie de Google Analytics para que pueda registrar un seguimiento de las visitas y tu navegación a través de la web. También es probable que te instale una cookie de aquellas plataformas donde haga publicidad, como Facebook Ads, Linkedin Ads, Twitter Ads… También hay cookies de herramientas de marketing automation que necesitan saber cuándo entra un usuario nuevo o si ya conocía tu web para que la marca pueda enviarle un mensaje u otro. O de otras herramientas de tracking que permiten grabar sesiones aleatorias de usuarios para ver cómo interactúan con los elementos de la web y poder mejorar así su usabilidad. 

Todo esto, según Google, ya no será posible en dos años. 

(entra de nuevo la música de miedo: ¡chan chan chaaaan!)

¿Pero… Google no vive de la publicidad?

Podríamos pensar que este movimiento de Google tiene poco sentido, siendo una empresa que vive de los datos de sus usuarios y que la publicidad es su principal fuente (¡y qué fuente!) de ingresos.

Hace meses que Google está cambiando su discurso. Este monstruo de internet no es tonto y ha detectado que el tema de la privacidad preocupa cada vez más a los usuarios y, hasta ahora, Google era la malvada empresa que sabe todo de nosotros y que nos sigue allá donde vamos, a través de su sistema operativo Android, de Google Maps, de su navegador Google Chrome…

Google quiere cambiar esa visión, de ahí que ahora proponga movimientos como este de las cookies.

¿Y qué alternativa propone Google?

Evidentemente, Google no puede cargarse esto y ya está. Una cosa es que Google quiera posicionarse como defensor a ultranza de la privacidad del usuario, y otra es quedarse sin datos.

Google se cargará las cookies de terceros, pero evidentemente no las suyas. Además lo hará de manera progresiva. Dos años ha dado de margen para dar forma a otra vía, a priori más segura, que permitirá crear un estandar para la industria. Una nueva tecnología menos invasiva. 

¿Y cómo va a hacer esto? Según comentan en Xataka, se trata de una especie de SanBox privado que permita a los anunciantes poder seguir impactando a los usuarios con mensajes personalizados pero sin compartir con ellos todo su historial de navegación.

A partir de aquí es donde entran las elucubraciones. Este sandbox quitará el control a empresas terceras, pero… ¿dará a Google un mayor control sobre los datos? De momento nada nos dice que no vaya a ser así.

Habrá que ver cómo evoluciona el tema y adaptarse pronto, pues a nadie de la industria le interesa perder la efectividad que dan las cookies a las campañas digitales de publicidad, ni a los anunciantes ni a las grandes plataformas publicitarias. 

En Multiconversion estaremos atentos para ver finalmente en qué consiste ese estándar que promete ser más seguro para los usuarios sin que, al mismo tiempo,  reste efectividad a nuestras campañas. 

¡Seguiremos informando!