Ya han llegado las rebajas de enero y todo el mundo busca ahorrar algo de dinero comprando aquello que quiere o necesita a un mejor precio mediantes rebajas, ofertas y gangas.
En el mundo del marketing también existen los “chollos”, pero estos no siempre son lo que parece. Si quieres conseguir tus resultados, debes tener cuidado y saber dónde puedes optimizar tu presupuesto y dónde no debes hacer recortes.
1. Inversión: Como ya se sabe, en tiempos de crisis, la tendencia principal es la de reducir la inversión en marketing. Las empresas buscan disminuir sus gastos, recortando, en primera instancia, sus presupuestos de marketing y disminuyendo así la inversión en anuncios para sus marcas. Sin embargo, esta no es la estrategia adecuada. El marketing supone la ventana al mundo de una marca, el punto de conexión con sus posibles clientes. Si esta puerta se cierra con el objetivo de evitar pérdidas, o se intentan aplicar fórmulas milagrosas, lo que se obtiene en la mayoría de los casos son resultados aún más negativos.
2. Equipo: “Eso me lo hace mi sobrino que sabe informática y tiene Facebook.” ¿Os suena de algo esa frase? Cuando una empresa prefiere contratar los servicios de un perfil “barato”, por así decirlo, lo que acaba consiguiendo en un trabajo de mala calidad. Un buen trabajo conlleva su tiempo y más si se trata de un trabajo especializado, llevado a cabo por especialistas formados. Un buen equipo no es sinónimo de caro, puesto que serán los más cualificados para ayudarte a optimizar tu presupuesto y te ayudarán a conseguir tus objetivos, de forma que los beneficios compensarán la inversión.
3. Herramientas: Cada día surgen nuevas herramientas que facilitan el trabajo de las agencias de publicidad y los equipos de marketing. El uso de las herramientas correctas supone un gran ahorro de tiempo, puesto que se optimizan los procesos de trabajo y, además, se adquieren nuevos conocimientos que se pueden aplicar en el día a día. Una versión gratuita de una herramienta es la opción perfecta para poder probar y comprobar sus posibilidades. Sin embargo, trabajar con versiones gratuitas de forma continuada es contraproducente debido a sus limitaciones. Por tanto, la contratación de unas buenas herramientas de marketing a la larga supone múltiples beneficios para marcas y clientes.
4. Optimización de campañas: “Los de esta otra agencia me llevan las campañas por mucho menos al mes”. Entonces ya te confirmamos que no las trabajarán como se debe. El ejercicio de poner en marcha una campaña online, ya sea de SEM o Social Media, no se basa solo en su lanzamiento. Requiere, en primer lugar, de un planteamiento y una estrategia correctos que permanezcan en sintonía con el resto de acciones que se llevan a cabo, seguidos de una programación y puesta en marcha adecuadas, así como un posterior seguimiento y análisis.
Desde la revisión de los anuncios para conseguir optimizar el presupuesto al máximo, como la inclusión de nuevos términos de búsqueda como palabras clave, el bloqueo de palabras clave negativas, los ajustes de puja o el estudio de las tendencias del mercado para saber cómo afectan a nuestras impresiones. Todo ello conlleva un trabajo diario que permita medir y analizar las acciones que se llevan a cabo, realizando los ajustes pertinentes para obtener, de esta forma, los resultados estimados con el presupuesto establecido.
5. Contenido: “¿Se puede saber quién ha escrito esto?”. A nadie le gusta oír esa frase y esto sucede cuando quien ha realizado el contenido quizás no le ha podido destinar todos los recursos que debiera, ya fuera por tiempo o por presupuesto. Un buen contenido, ya sea para una página web o un artículo de un blog, necesita una redacción adecuada, con estructura y enfocada al objetivo que se desea cumplir. No solo es necesario que el texto sea legible, sino que también se necesita que esté enfocado a SEO, que posicione la palabra clave en la cual se basa, etc. Por ello, si no quieres que tu página web sea un galimatías y que aparezca antes de la página 10 de Google, contrata a especialistas que se encarguen de ello.
Los buenos resultados requieren dedicación, conocimiento y constancia. Estos tres valores no deben suponer a tu futuro proyecto una inversión inasumible, pero siempre has de tener en cuenta que no existen fórmulas milagrosas ni atajos, por lo que es mejor contar con un buen equipo a tu lado que te ayude a alcanzar tus objetivos en lugar de la promesa de llegar pronto a tu meta.